Dios, el símbolo de la crueldad extrema
El Dios del Viejo Testamento, se puede argumentar, es el carácter más desagradable en toda ficción: celoso y orgulloso de serlo; cerrado de mente, injusto, severo y obsesionado con el control; vengativo, un limpiador étnico sediento de sangre, un misógino, homófobo, racista, infanticida, genocida, filicida, productor de pestilencias, megalomaníaco, sadomasoquista, caprichoso, y un matón malevolente. (Richard Dawkins, El espejismo de Dios)