No necesitamos dioses
El humanismo secular ha sido defendido por una variedad de pensadores que comparten la idea de que los seres humanos pueden construir un sistema ético… Leer más »No necesitamos dioses
El humanismo secular ha sido defendido por una variedad de pensadores que comparten la idea de que los seres humanos pueden construir un sistema ético… Leer más »No necesitamos dioses
Tomás Hobbes, (1588-1679) negó categóricamente la existencia de la “substancia incorpórea”, todo y cualquier “espíritu” que eran para él productos apenas de la imaginación humana. Baruch de Spínola decía que la creencia en Dios se origina en el miedo y la superstición. Otros, como Sigmund Freud y Karl Max, defendieron que ese engaño subsiste debido al deseo de un padre protector y la inmortalidad, o como una potente droga contra las miserias y sufrimientos de la existencia humana.
En un mundo menos religioso me atrevo a decir que aumentaría el conocimiento y el amor por la ciencia. La religión y la ciencia no son compatibles, son enemigas; el idealismo es incompatible con lo real. Hay que ser honrados intelectualmente: el conocimiento real sólo puede obtenerse por medios puramente empíricos mediante el recto uso de los métodos más comunes de la ciencia. Freud
El Dios del Viejo Testamento, se puede argumentar, es el carácter más desagradable en toda ficción: celoso y orgulloso de serlo; cerrado de mente, injusto, severo y obsesionado con el control; vengativo, un limpiador étnico sediento de sangre, un misógino, homófobo, racista, infanticida, genocida, filicida, productor de pestilencias, megalomaníaco, sadomasoquista, caprichoso, y un matón malevolente. (Richard Dawkins, El espejismo de Dios)