Biden, mismo perro con distinto collar

Llega un nuevo personaje al circo estadounidense, ganador de las últimas elecciones patrocinadas por las élites y que, son ellas al fin y al cabo, las que decidirán como trascurrirá el mandato de Joseph Robinette Biden, Jr.

Cabe destacar sobre la democracia estadounidense que no es tal. Se supone que defiende la soberanía del pueblo y el derecho del pueblo a elegir y controlar a sus gobernantes. Analizando estos puntos escogidos que se detallan a continuación, la democracia no existe en ese país o por lo menos no se asemeja al concepto mismo de esa palabra.

• No todas las personas pueden votar, debido a la dificultad de cumplir con todos los requisitos requeridos para ejercitar ese derecho.
• La elección de la presidencia es indirecta.
• Las campañas son financiadas por las élites, que son las que realmente facilitan el acceso al poder.
• El poder está en manos del llamado “deep state” (Estado profundo), un poder fáctico de empleados del gobierno cuya permanencia en sus cargos va más allá de los cambios de mando presidencial.
• Los candidatos demócratas o republicanos son nada más que la cara visible del “deep state”.
• Pena de muerte en muchos estados, racismo, xenofobia, una pobreza extrema que alcanza los 50 millones de habitantes, cientos de miles de personas viviendo en la calle.
• La salud y la educación privada, si no tienes recursos económicos no alcanzas a unos niveles plenos para acceder a esos derechos básicos.

Centrándonos en el personaje mencionar que nació en Scranton, Pensilvania el 20 de noviembre de 1942. Fue senador entre 1973 y 2009 y vicepresidente de Obama entre el 2009 y 2017. Durante esos lapsos de tiempo ocurrieron barbaridades, tanto en su etapa como senador como de vicepresidente, estás son algunas de sus proezas de las cuales, en ningún momento, mostró estar disconforme o le provocó incomodidad en su moralidad.

Etapa como senador (enero de 1973 a enero de 2009)

• En la corrupción generalizada e institucionalizada de los distintos gobiernos fue cómplice, beneficiario o simplemente testigo silencioso.
• Concesiones y contratos que se han ido ofreciendo al complejo militar-industrial.
• Salvamento, a través del Departamento del Tesoro, al corrupto sistema bancario en la crisis de las hipotecas subprime en 2008.
• Votó a favor de las invasiones de Irak y Afganistán.

Etapa como vicepresidente (enero de 2009 a enero de 2017)

• Golpe de Estado en Honduras de 2009.
• Desestabilización contra la Bolivia de Evo Morales.
• Golpe de Estado en Ecuador en 2010.
• Golpe de Estado “blando” en Paraguay en 2012.
• Destitución en Brasil de Dima Rousseff en 2014.
• Ocupación de Haití utilizando misiones de paz de la ONU.
• Declaración de enemigos públicos y de amenazar la seguridad de EEUU contra Venezuela y Nicaragua.
• Intervenciones internacionales a través de cambios de régimen. Ucrania (Revolución de Colores) y Primavera Árabe.
• Invasión de Libia, causando una enorme destrucción.
• Creación de grupos terroristas para actuar en Siria e Iraq.
• Apoyo a Arabia Saudí en la guerra del Yemen y continuación de sus actividades en Afganistán.
• Apoyo a Israel en sus actividades terroristas contra el pueblo palestino y negación a su reconocimiento.
• Se establece sin ningún tipo de duda que China, Rusia, Corea del Norte, Irán, Venezuela, Cuba y Nicaragua son enemigos y suponen una amenaza para la seguridad de EEUU.

Biden en su nueva etapa como presidente

Con todas estas referencias que se han expuesto, queda meridianamente claro que no se puede esperar gran cosa de este político, el cual no ha hecho más que apoyar el imperialismo y las malas artes ejercidas por los Estados Unidos, cuando no ha sido protagonista de ellas. Lo que se puede esperar de este hombre según predicó en la campaña electoral, sin olvidar que tendrá de vicepresidenta a la fanática sionista Kamala Harris, se puede resumir en los siguientes puntos:

• Volver a sentarse en la mesa de los acuerdos de París sobre el cambio climático.
• Incorporarse a la UNESCO y a la Organización Mundial de la Salud.
• Continuar con la política Obama de considerar enemigos de la nación a China y Rusia.
• Creación de una coalición internacional compuesta por lideres amigos para hacer llegar la democracia, velar por los derechos humanos y combatir la corrupción allá donde estime necesario.

Y en referencia a lo que no dijo en campaña, pero, que según los analistas, puede proyectar este nuevo líder pueden ser:

• Rebaja de la tensión con los gobiernos de izquierda en América latina por medio de la reconducción de las relaciones.
• Apoyo a las Fuerzas Democráticas Sirias y a las YPG Unidades de Protección Popular kurdas y recuperar contactos con grupos fanáticos allegados a la Hermandad Musulmana como los terroristas yihadistas de Hayat Tahrir al-Sham y el Partido Islámico del Turkestán.
• Reactivar el conflicto ucraniano y posibles apoyos a más “revoluciones de colores” en el espacio post soviético.
• Posibilidad de entrar en el conflicto de Nagorno Karabakh.
• Buenas relaciones con Arabia Saudí, ya que estos les reportan mucho dinero a través de su control del petróleo.

También, en esta etapa tendrá que sortear y solventar algunos graves problemas internos y externos, como puede ser:

• Manifestaciones antirracistas y contra la brutalidad policial ya que se ha demostrado que es un problema estructural.
• El Covid-19 y sus consecuencias, con datos terribles, será otro de los mencionados problemas.
• Contención al avance de China. Un tema vital para el país y un problema grave es que no saben como resolverlo y con el agravante de las diferentes posiciones de las élites que hace que el problema siga creciendo sin visionar una posible solución.

Pues todo ello es lo que, muy resumido, hace pensar que no se espera nada nuevo de este nuevo inquilino de la Casa Blanca. Eso sí, seguirán aterrorizando a nuestro planeta en nombre de la democracia, de la libertad y de los derechos humanos mediante guerras, invasiones, desestabilizaciones, bloqueos y derrocaciones a la vez que sigan creando organizaciones terroristas como Daesh, Frente Nusra o Fath ak Sham.

Fernando Infante

Biden dijo que era hora de que Estados Unidos «se una y sane».
Un tweet en su cuenta personal apareció minutos después de conocerse el resultado:
«América (Estados Unidos), me siento honrado de que me hayan elegido para liderar nuestro gran país. El trabajo por delante será duro pero les prometo algo: seré e presidente de todos los estadounidenses, hayan o no votado por mí», se lee. Cumpliendo con lo que dice la constitución de Estados Unidos Joe Biden deberá jurar como presidente el 20 de enero de 2021 a la espera de que se resuelvan los desafíos legales planteados por la campaña de Donald Trump. (BBC Mundo)